WENDYSLOOKBOOK

 Creo que era un niño feliz. Pero, para ser honesto, no recuerdo mucho de mi infancia. Mis recuerdos se componen de otras personas que me dicen cómo me comporté, qué hice, qué dije y dónde estaba. Mi primer recuerdo fue quizás alrededor de los 8 años, pero antes de eso, es un borrón.

De las fotos de arriba, me veía feliz. Y en mis días de oscuridad, me aferro a esa esperanza. Creo que los recuerdos son algo gracioso. Sirven como vehículos para que reflexionemos, y en el extremo opuesto, sin ellos, sirven como un muro mental para protegernos del trauma. Mi terapeuta me dijo eso cuando tenía 15 años. Y entendí completamente lo que ella quería decir 10 años después. Tengo dos recuerdos destacados cuando era niño: 1. ser pateado accidentalmente entre las piernas mientras nadaba en un río junto a la casa de mi abuelo en Vietnam, y 2. sentir las baldosas frías contra mis mejillas mientras yacía en el suelo con alguien rondando sobre mí diciendo - No le cuentes a nadie sobre esto, ni siquiera a la abuela. Tenía alrededor de 5 años.

Mi familia y yo emigramos a Estados Unidos cuando tenía 8 años y, desde este momento, mis recuerdos son vívidos y brillantes. Vi una ardilla por primera vez, probé tomates cherry por primera vez y me enamoré de los dulces amargos. Recordé mis paseos a la escuela, mi asiento de la esquina junto a un carrusel de libros de cuentos de hadas de tapa dura y un chico de mi clase que se parecía a Superman. Aprendí inglés en la escuela y también viendo I Love Lucy .

Siempre amé la escuela. No solo fue un lugar que alimentó mi curiosidad, también fue un escape de casa. A los 15, las condiciones en mi hogar biológico se volvieron inseguras y me separaron de mis padres. Con mis pertenencias en una bolsa de basura, pasé de una casa que conocía muy bien a una casa de grupo.

En la casa de grupo, nuestras habitaciones tenían ventanas revestidas con rejas de metal y todos vestíamos uniformes grises con la etiqueta "AG" para niñas adolescentes. El personal nos llamaba por números y sabíamos que si lloramos o teníamos un día emotivo, nos pondrían en la "caja acolchada", que era una habitación pequeña con una bombilla y paredes revestidas con acolchado. Tenía dos compañeros de cuarto y nos hicimos muy cercanos. Siempre bromeábamos y llamábamos a lo que estaba más allá de las paredes del hogar grupal, el mundo real . Simplemente sentíamos que estábamos viviendo entre mundos y escapando de las condiciones de un mundo, estábamos esperando ser colocados en un mundo mejor. O al menos esa era nuestra esperanza. Estuve en el hogar grupal durante 6 semanas y 4 días.

Después del hogar grupal, me colocaron en un hogar de acogida. Mi madre adoptiva fue amable. Ella se aseguró de que todos nosotros (tenía 3 colocaciones de crianza en total) tuviéramos comida y que entendiéramos las reglas y el toque de queda. Y una de las reglas es que teníamos que irnos el día que cumplimos 18 años. Recibíamos una visita de la agencia de cuidados de crianza una vez a la semana y yo veía a mi trabajador social una vez al mes. En una de las visitas, mi asistente social dijo que el  30% de ustedes se quedará sin hogar, el 30% quedará embarazada, el 30% estará encarcelado y solo el 10% lo logrará. De ese 10%, solo un puñado irá a la universidad. ¿Quién quieres que sea Wendy?  Después de escuchar las estadísticas, quería desesperadamente estar en el 10%.

Para ser honesto contigo, estaba decidido a ir a la universidad no porque quisiera seguir una educación superior. Quería ir porque no quería quedarme sin hogar. Sabía que algunas universidades ofrecían dormitorios y ese era mi camino para salir del cuidado de crianza. Tuve tres trabajos en la escuela secundaria y postulé a todas las universidades de la UC.

Todas las universidades operaban en un sistema de trimestre con su primer día de clases a fines de septiembre. Excepto UC Berkeley. Estaban en un sistema semestral con su primer día a fines de agosto. La fecha de inicio de la Universidad de California, Berkeley ese año fue el 28 de agosto. Mi cumpleaños es el 28 de agosto. Me emancipé del sistema de cuidado de crianza y fui directamente a UC Berkeley el mismo día.